Mientras se escriben nombres de antepasados con sus fechas y lugares de nacimiento y muerte, unas energías desconocidas revolotean. Cuando descubro un documento nuevo, un censo poblacional, una fotografía desconocida o un nuevo camino para investigar, un mundo nuevo despierta. La historia familiar se arma poco a poco, igual que un rompe cabezas y de igual manera se escribe la historia de nuestros vecinos, nuestros pueblos, la historia universal que comenzamos con algún familiar.
En mi historia personal hay de casi todo. El arranque de la misma es en Candelaria, la Villa mariana donde la imagen de la Señora con la candela, marcará los destinos.
Unas raíces isleñas y emigrantes, el primer miembro de la familia en emigrar a las Américas fue Juan Torres Castellano en torno al año mil ochocientos cincuenta y pico a Venezuela. Este candelariero casado con Fabiana natural de Arico se adentra en el Nuevo Continente en busca de fortuna. Allí nacen sus tres hijos. Francisca , Amalia y Juan quienes vuelven a la isla, Se establecen en Candelaria donde disponían de inmueble y tierras de su progenitor.
Fabiana María de la Concepción Pérez Gómez |
Seguir el rastro de Fabiana ha sido toda una aventura, en la que han participado genealogistas amigos, y sobre todo el Archivo Histórico Diocesano de La Laguna, donde la paciencia me acompañó para regalarme los asientos dónde conseguir hilar la historia particular de esta mujer nacida en 1842 en la Villa de Arico, sus padres naturales de ese municipio y sus abuelos paternos naturales de Arucas en Gran Canaria, las migraciones insulares les trajeron hasta la isla de Tenerife.
Fabiana se casa en Candelaria el 17 de julio de 1866, con Juan Pablo Torres Castellano, en la parroquia de Santa Ana.
Se pierde la pista y volvemos a saber de ella cuando nace su primogénita, Francisca ó Frasquita en Venezuela, corre el año 1888.
Esta mujer de mirada segura, se me antoja que los vaivenes de la vida, le hicieron fuerte. Un espíritu luchador, ya que fue capaz de seguir a su esposo a otro continente y formar una familia, y volver de nuevo a su tierra.
El 15 de abril del año 1914, muere en Candelaria a los 80 años.
Fabiana María de la Concepción Pérez Gómez, que así fue bautizada, se convierte en el enigma descifrado que me ha proporcionado un sentimiento difícil de explicar, cuando en los legajos encontré su nombre escrito y relataba su matrimonio, no pude evitar que unas lágrimas se escapasen. Si tenemos que explicar como se toma la decisión de emigrar y retornar y contribuir a la riqueza de un país, con la historia de mi Tatarabuela Fabiana se puede explicar muy bien... Con coraje.
El presente es una gran familia, con muchos emigrantes, entre Canarias y Venezuela, dónde alguno de sus descendientes emigran a la Península Ibérica y otros más cercanos en su descendencia, lo han hecho en varias ocasiones, primero a Venezuela, y ahora a otro país europeo. Con el corazón dividido entre el país que le vio nacer, el que le vio crecer y un destino incierto para saber dónde terminarán sus días... En definitiva, el pasado que parece tan lejano y que se nos muestra como el presente no es tan distinto de aquellos años de finales del ochocientos.
Fabiana, es otro personaje femenino que su trayectoria vital nos muestra el tesón, coraje, valentía, en un momento histórico duro para las mujeres y a pesar de todo, construyó una historia de ejemplo sin saberlo... El pasado es presente cada vez que se le recuerde.
Bibliografía: Documentos para la historia de Arico: la población entre 1640-1900 autores: José Antonio González Marrero, María Mercedes Chinea Oliva y Sergio A. Oliva López
Archivo Histórico Diocesano de San Cristóbal de La Laguna
Fotografía: Archivo familiar de R. Marta Rodríguez Marrero
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