miércoles, 25 de abril de 2018

Con motivo de la exposición de Gladys de Armas Ensayo para Flores.








Caen los hilos invisibles, y
Aparece la vereda solitaria
Se iluminan los colores
de las flores,
Y aquella Cala elegante y
deslumbrante
aparece ante nuestros ojos
como bailarina de un vals,
La Cala se adentra para
estallar los sentidos
Y solo se puede danzar,
sin la vista apartar.
Nunca antes sentí
que una luz bañé mis ojos
con magnífica caricia.
Gladys si sabe dibujar lo
que yo siento.

1 comentario:

  1. Linda publicación,felicidades..Las vemos a diario,mi señora y yo, en nuestros paseos vespertinos por esas calles y caminos del norte isleño.
    Calas,también así llamábamos en nuestra juventud a las pesetas.Calas o palomas que también les decíamos.Y "pavos" al duro o cinco pesetas.Años 60,me refiero.Frases como: "Mano,¡déjame unos calas pa´ la guagua o pal cine" .Eran frecuentes por entonces.
    Feliz verano para todos.

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