La familia Marrero Fariña, nos proporciona biografías cercanas y conocidas entre los vecinos de Candelaria, sus ramas numerosas se muestran presentes en múltiples árboles genealógicos. Algunos de sus miembros destacan en la vida social de este pueblo, y mostrar alguno de ellos se convierte en un apasionante recorrido.
Gregoria Mª y sus hijas Gloria y Rosaura |
Hoy dedicaremos este espacio, para hablar de
una familia asentada en el casco de Candelaria, más concretamente en la zona de
Santa Ana y cercanías.
En el libro Sacramental de Bautismos número 10
folio 44 de la Parroquia de Santa Ana dice: “Se
bautiza el 31/12/1886, nació 25/12 a las 12 de la noche, Gregoria María del
Jesús, hija natural de Agustín Fariña y González y Emilia de Mesa, Abuelos
paternos: Manuel fariña Hdez. y Paula González, difuntos. Abuelos Maternos:
Juliana de Mesa y abuelo no conocido, fueron sus padrinos, José de Mesa y
Secundina Rodríguez, todos deste pueblo testigos del bautismo y del
reconocimiento del padre de la niña Juan Otazo Pérez e Isidro Delgado.”
Los hermanos Fariña Mesa fueron: Gregoria María,
Agustín, Dominga (que murió con apenas 17 años), Manuel y Delfina.
Pedro Antonio Marrero Fariña, nace en 1882 y es
bautizado en la parroquia de Santa Ana. Los padres fueron: José Agustín Marrero
Fariña que nació en 1848 y María Jesús fariña González que nació en 1852 y
murió a los 42 años el año 1893. Sus abuelos paternos fueron domingo Marrero e
Isabel Fariña, sus abuelos maternos Manuel Fariña y Juana González.
Pedro Antonio y Gregoria María se casaron en la
parroquia de Santa Ana el 15 de octubre de 1906, y fueron dispensados en
segundo grado, para poder casarse.
Tuvieron los siguientes hijos: Pura (1907),
Cira Leoncia (1913), Dominga Jorgina (1917), Antonio Pablo (que murió en el
2012), Delfina (1920), Mª Jesús, Delfina, Manuel, Antonia, Gloria Saturnina
(murió 2018), Antonia y Rosaura (1929-2011).
De esta saga familiar, se escogen solo dos mujeres, la razón es la primogénita y la benjamina, sus vidas sirven de ejemplo para otras familias asentadas en el casco de Candelaria, y cuyos oficios se repetían entre los clanes.
Para sacar adelante las familias numerosas que
tuvieron, realizaron múltiples oficios o profesiones, a la sombra del cabeza de
familia. Ellas educaban y cuidaban a los hijos hasta que estos podían trabajar,
realizaban labores diversas para tener las necesidades básicas cubiertas, y
además participaban activamente en la vida social de Candelaria.
Santiago Castellano Marrero y Pura Marrero Fariña |
PURA MARRERO FARIÑA
Nace en 1907 en Candelaria, es bautizada en la Parroquia de Santa Ana, en esa misma parroquia contrae matrimonio con Santiago Castellano Marrero
Tuvieron 6 hijos: Olimpia Beatriz, Pilar, Santiago, Mª Candelaria, Agustín y Gabriela.
En el Censo de 1932 aparece, con el número
censal 230, sexo H, de 25 años, domicilio san Roque, profesión su casa, aunque vendía
pescado junto a otras mujeres, por lo que le extendieron un carnet para poder
viajar en el camión que las llevaba a vender el pescado.
Rosaura, fotografiada por su hija Silvia. |
ROSAURA MARRERO FARIÑA
Nace en el pueblo de Candelaria, el 16 de Mayo de 1929 y muere 14 de Agosto de 2011.
Contrae matrimonio con Manuel González Reverón, cuando
ocurrió ya habían nacido varios de sus hijos.
Hijos: Deogracias, Efigenia , Casiano, Rafaela, Rosa María, Manuel), Gladys, Silvia, Juan Francisco.
De niña ayudaba a su madre con el masapé para
hacer barro porque su madre era alfarera. Atendía el campo jovencita, trabajo
limpiando casas en santa cruz con 12 y 14 años, a los 15 años ya llevaba una
cesta a la cabeza desde el puertito de Güimar hasta los barrios vendiendo
pescado, ya un poco más grande iba a santa cruz con las mujeres mayores en la
camioneta. Cuido rebaños, ejerció de medianera en los tomateros en el Ramonal y
Punta Larga. Cada día ordeñaba y vendía la leche junto a dos compañeras que
venían del Lomo Caballo, y cuando terminaba se iba a los tomateros, si
terminaba temprano hacía quesos. Trabajo también en el Hotel Punta del Rey de
camarera de limpieza, su último trabajo fue limpiando los cementerios de
Barranco Hondo, Igueste y Candelaria.
Recibió el premio “Trabajo de toda una vida” en
el año 2010, por la Asociación de Mujeres empresarias y profesionales de
Tenerife. (Amed).
El día de su partida fue el 14 de agosto
después de la Ofrenda a la virgen de Candelaria, Vinculada al Colectivo Guanche
de Candelaria, participó en diferentes parrandas y se realiza cada noche del 14
de agosto la noche de Parrandas en memoria a Rosaura Marrero Fariña.
En su entierro estuvo presente el cariño y respeto con el que se le recordará. Parrandas, el colectivo de Guanches con sus vestimentas y bucios sonando, familiares, amigos y vecinos reunidos para dar el adiós a esta mujer tan querida.
Una responsabilidad, un orgullo poder hablarles de estas mujeres de Candelaria.
Antonia Marrero Fariña, casó con Claudio Pablo Alonso Pérez, de esta unión nacieron dos hijos: Elías Pablo y Domingo (que murió siendo un bebé).
Antonia y Pablo, fueron bautizados en la parroquia de Santa Ana, en la misma parroquia se casaron. Las penurias de la época que les tocó vivir las sobrellevaron juntos hasta la muerte de Antonia con veinte y seis años. Pablo no contrajo segundas nupcias, vivió hasta su jubilación en la Calle El Risco. Volviendo a Las Cuevecitas, lugar donde había nacido.
Su hijo Elías Pablo, siempre mantuvo los lazos estrechos con su rama materna, que estuvieron presentes desde su niñez hasta el fin de sus días.
Sirva este escrito, de pequeño homenaje a la familia de mi abuela Antonia Marrero Fariña, de la que heredé su nombre.
NOTA: Este escrito fue la base de la colaboración en La Caracola, con Gema Tremps en Candelaria Radio, la emisora municipal de Candelaria, y que cada semana podemos compartir datos genealógicos e históricos.
Me encantoooo....
ResponderEliminarLe agradezco su comentario. Reciba un cordial saludo.
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