sábado, 20 de marzo de 2021

LOS APELLIDOS

 

LOS APELLIDOS Y SU HISTORIA


 Unas pinceladas de los apellidos en general y más concretamente del municipio de Candelaria. Tomamos de base la publicación en Gen de Candelaria, "Guía Genealógica Araya, Las Cuevecitas y Malpaís" de Elías Torres Mesa. La genealogía es una ciencia viva, y cada dato encontrado, cada historia leída nos proporciona una ventana al descubrimiento. 





Los primeros que tuvieron apellidos fueron los chinos, por motivos impositivos y militares un emperador quiso que todos los hombres, mujeres, niños tuvieran un distintivo para poder entregar propiedades a los clanes familiares, es cuando se decretó que cada nombre fuese matronímico, es decir,  nombre de la madre, y el apellido con una letra de un poema sagrado, imagínense cuantos individuos tienen nombres similares y mismo apellido. Otro emperador posteriormente incluyó el nombre patronímico (del padre).

El apellido más repetido en el mundo es chino, LE, en Estados Unidos se le añadió una e más, con lo cual el apellido quedó LEE y es el más repetido.

En el mundo occidental, aparecen los apellidos con los etruscos. Y después de mucha evolución y cambios, llegamos a advertir cambios significativos, actualmente se pueden alterar los apellidos de los padres que acompañan al nombre en los registros. Nos encontramos también que en un matrimonio se podía dar la circunstancia que las hijas tomaban el apellido de la madre, y los hijos del padre. Por eso, a veces nos es complicado armar líneas de árboles genealógicos, aunque investigando y observando los documentos podemos colocarlos adecuadamente en el mismo.

La fijación de los apellidos empieza en la Edad Media, cuando los escribanos medievales junto al nombre ponían datos como sobrenombre, apodo, profesión o procedencia. Era común encontrar Juan el del Río, Juan el sordo, Salvador el Zapatero, etc.

En algunas regiones de España, se comenzó a añadir junto al nombre del hijo el del padre, añadiendo “ez” y así nacen apellidos como Sánchez (hijo de Sancho), o anteponiendo la proposición “de”, de Castro,

En el siglo XV ya se hallan más o menos consolidados los apellidos hereditarios, ello gracias, en parte por la obligatoriedad (por iniciativa del cardenal Cisneros) de hacer constar en los libros parroquiales los matrimonios, nacimientos y defunciones.

Existen los apellidos vinculados al territorio de dónde nacen o proceden sus ancestros, se les llaman toponímicos.

Y los que provienen de oficios como: Abad, Duque, Rey, Molinero, Zapatero.

Procedentes de apodos como: Feo, gordo,

Para conocer de nuestros apellidos, podemos acudir a las publicaciones de Octavio Rodríguez Delgado, que desde su blog nos regala trocitos de nuestra historia, y quién ha retratado nuestros apellidos más cercanos ha sido Elías Torres Mesa, con su guía genealógica Araya, Las Cuevecitas y Malpaís. Ha introducido algunas líneas en cada uno de los apellidos que describe. Esta publicación la encontramos en las bibliotecas públicas de Candelaria, por si tenemos la curiosidad.

 

Alonso.-Con origen en El Sauzal, aparece en el padrón de 1779 asentado en Malpaís, y más tarde a Las Cuevecitas. En la actualidad tiene ramas en todos los pueblos.

Baute.- derivado del topónimo Ibaute del menceyato de Anaga, este apellido es de reconocido origen guanche. Presente en Araya y Barranco Hondo principalmente.

Bello.- Inicialmente se asentó en Barranco Hondo y posteriormente en Malpaís, donde ha estado muy arraigado.

Casanova.- Apellido poco frecuente, procedente de La Matanza, fue introducido a través de Güimar y se localiza en Malpaís.

Castro.- Se estableció en el Valle de Güimar en torno al 1600, una rama de ellos se establece en la parte alta de Candelaria. En la actualidad es el apellido más común en Malpaís y Las Cuevecitas, aunque los primeros lo fueron de Araya.

Chico.- Esta familia de campesinos acomodados, debido a que eran propietarios de una considerable cantidad de tierras, fue la más ilustre de Araya y una de las más destacadas del municipio de Candelaria.

Díaz.- Ha estado muy vinculado a Araya desde la antigüedad, Descendientes del aborigen Miguel de Güimar.

Fariña.- Es un apellido que llegó a Tenerife con uno de los primeros colonos que se establecieron en el valle de Güimar. Marcial Fariña (apodado “El Mayor”)

Gil.- Este apellido se introdujo casi al mismo tiempo en los pueblos de Araya y Malpaís, en el año 1858. En la actualidad el único grupo familiar es el que se asentó en Araya.

Guanche.- Se estableció en Las Cuevecitas aproximadamente en 1850 procedente de Güimar, poco a poco se fue introduciendo en Malpaís pueblo en el que en la actualidad sus descendientes son más numerosos.

Higuera.- Ejemplo de transformación de un apodo a apellido. La tradición oral le sirvió a Elías Torres para determinar el nacimiento de este apellido. Un antepasado de esta familia, Juan del Carmen López, vivió en Igueste, se le empezó a llamar “Juan el de la Higuera” como burla, ya que vivía en una casa que tenía una hermosa higuera. “yo soy Juan Higuera y nadie me pone nombrete”, así paso de ser López a Higuera, como llega hasta nuestros días, con familias asentadas fundamentalmente en Araya.

Lugo.- Se estableció en Las Cuevecitas, procedente de Lomo de Mena, Güimar. Domingo Lugo Morales “domingo el malagueño”. En la actualidad sus descendientes se encuentran entre Araya y Candelaria.

En las jornadas de Genealogía de la Mujer que la SEGEHECA organiza y divulga por sus canales de internet, se hablÓ entre otras mujeres de María Dolores Francisca Lugo Guanche, hija de Domingo Lugo Morales que ejerció el oficio de partera, en el pueblo de Candelaria.


Continuamos con nuestro recorrido por algunos apellidos presentes en nuestro pueblo. Y que sacamos del trabajo de Elías Torres Mesa.

El apellido Mallorquín, en la actualidad cuenta con pocos representantes directos, debido principalmente a la emigración pero este apellido se remonta a los primeros colonos que se establecieron en el Valle de Güimar. Tiene su origen en un apodo indicativo de la procedencia de su portador: Juan Gómez “mallorquín”.

Marrero.- Apellido de origen portugués (Marreiro) muy frecuente en todas las islas Canarias, tiene su origen en una de las primeras familias de colonos que se establecieron en Tenerife después de la conquista. De este apellido y su descendencia de los primeros pobladores de la Isla se habló en las jornadas de Mujer en la Genealogía, organizadas por la Sociedad de Genealogía y Heráldica de Canarias. Su ponente María García Bello, disertó sobre Juana Díaz, hija de los indígenas Juan Gaspar y María Díaz nieta por línea materna de Andrés de Llarena y de María Díaz de Lugo (también llamada María de Adexe) que fue hija de don Diego, último mencey o rey guanche de Adeje. Presentes en nuestro pueblo y que Elías Torres estudia en su guía, en tres ramas familiares, con un mismo tronco dos de ellas, y la tercera se sospecha igual, pero que se seguirá estudiando para comprobarlo.

El apellido Mesa.- procede de Fuerteventura, se asentaron en la zona de San Isidro (El Rosario) en Tenerife, en la primera mitad del siglo XIX, pasando posteriormente al pueblo de Barranco Hondo, y finalmente en Araya y pueblos de alrededor.

Otazo.- Esta familia con escasos miembros en la actualidad, se asentó en Las Cuevecitas y con el paso del tiempo fue Malpaís donde cuenta con su presencia, entre otras cosas porque los portadores de este apellido se asentaron en pueblos limítrofes como Arafo o Candelaria.

Pérez.- Es uno de los más arraigados en los pueblos de Las Cuevecitas y Malpaís, siendo en Araya de poca presencia. Se remonta a principios del siglo XVI con la llegada a la isla del caballero portugués Hernán Pérez Franco.

Ramos.- Este apellido muy presente en Barranco Hondo, Igueste y Candelaria Casco, sin embargo los Ramos asentados en Araya según la investigación de Elías Torres su procedencia es de Güimar, en el año 1850.

Rodríguez.- Este es uno de los apellidos más comunes de la zona, los orígenes se remontan a los primeros pobladores, con la investigación realizada enlaza su asentamiento a tierras entregadas a descendientes aborígenes y qué el matrimonio formado por francisca Pérez y diego Rodríguez en 1576, este último hijo de Martín Rodríguez y de María Rodríguez (vecinos de Candelaria).

Como vecinos de Araya aparecen en el censo de 1779.

Torres.- Apellido de origen prehispánico descendientes del aborigen grancanario Jeradagua, bautizado Diego de Torres, asentados en la parte alta de Araya, parece estar el origen de esta familia con varias ramas también están presentes en Candelaria casco y una  bien definida en Igueste.

Terminamos el repaso a la Guía genealógica Araya, Las Cuevecitas y Malpaís de Elías Torres Mesa.

Pero no abandonamos su trabajo de investigación porque visitamos su blog Gen de Candelaria, y allí nos encontramos algunos apellidos más.

Coello o cuello.- de origen portugués Coelho, vinculado al pueblo de Igueste. En el blog se desarrolla este apellido, por la generosidad de dos portadores del mismo: Manuel coello Nuñez y Francisco Coello González.

Los Oliva de Igueste.- Encontramos dos artículos y nos descubren su origen en el norte de la Isla, comenzando en La Orotava, les invito a conocer todos los datos completos.

Y los Nuñez, a raíz de la publicación del iguestero Manuel Coello Nuñez, conocemos dos ramas diferentes de los Nuñez, La rama conocida por los Nuñez de Arafo y los “otros Nuñez”. Los “otros Nuñez” se apellidaban con el doble apellido Nuñez Villavicencio con gran relevancia en Igueste, y que llega a nuestros días solo Nuñez.

Iremos entresacando familias y algunos personajes destacados de cada una de ellas, así como introduciendo nuevos datos del resto de apellidos presentes en cada pueblo de nuestro municipio.

Les invitamos a seguir descubriendo juntos, trocitos de historia de nuestro terruño.

 Bibliografía: http://gencandelaria.blogspot.com/

http://gencandelaria.blogspot.com/2020/

http://gencandelaria.blogspot.com/2020/04/

http://gencandelaria.blogspot.com/2020/03/

 

 NOTA: Este escrito fue la base de la colaboración en La Caracola, con Gema Tremps en Candelaria Radio, la emisora municipal de Candelaria, y que cada semana podemos compartir datos genealógicos e históricos.


 

 

miércoles, 3 de marzo de 2021

LA FAMILIA MARRERO FARIÑA

La familia Marrero Fariña, nos proporciona biografías cercanas y conocidas entre los vecinos de Candelaria, sus ramas numerosas se muestran presentes en múltiples árboles genealógicos. Algunos de sus miembros destacan en la vida social de este pueblo, y mostrar alguno de ellos se convierte en un apasionante recorrido. 


Gregoria Mª y sus hijas Gloria y Rosaura



Hoy dedicaremos este espacio, para hablar de una familia asentada en el casco de Candelaria, más concretamente en la zona de Santa Ana y cercanías.




En el libro Sacramental de Bautismos número 10 folio 44 de la Parroquia de Santa Ana dice: Se bautiza el 31/12/1886, nació 25/12 a las 12 de la noche, Gregoria María del Jesús, hija natural de Agustín Fariña y González y Emilia de Mesa, Abuelos paternos: Manuel fariña Hdez. y Paula González, difuntos. Abuelos Maternos: Juliana de Mesa y abuelo no conocido, fueron sus padrinos, José de Mesa y Secundina Rodríguez, todos deste pueblo testigos del bautismo y del reconocimiento del padre de la niña Juan Otazo Pérez e Isidro Delgado.

Los hermanos Fariña Mesa fueron: Gregoria María, Agustín, Dominga (que murió con apenas 17 años), Manuel y Delfina.

Pedro Antonio Marrero Fariña, nace en 1882 y es bautizado en la parroquia de Santa Ana. Los padres fueron: José Agustín Marrero Fariña que nació en 1848 y María Jesús fariña González que nació en 1852 y murió a los 42 años el año 1893. Sus abuelos paternos fueron domingo Marrero e Isabel Fariña, sus abuelos maternos Manuel Fariña y Juana González.

Pedro Antonio y Gregoria María se casaron en la parroquia de Santa Ana el 15 de octubre de 1906, y fueron dispensados en segundo grado, para poder casarse.

Tuvieron los siguientes hijos: Pura (1907), Cira Leoncia (1913), Dominga Jorgina (1917), Antonio Pablo (que murió en el 2012), Delfina (1920), Mª Jesús, Delfina, Manuel, Antonia, Gloria Saturnina (murió 2018), Antonia y Rosaura (1929-2011).

De esta saga familiar, se escogen solo dos mujeres, la razón es la primogénita y la benjamina, sus vidas sirven de ejemplo para otras familias asentadas en el casco de Candelaria, y cuyos oficios se repetían entre los clanes.

Para sacar adelante las familias numerosas que tuvieron, realizaron múltiples oficios o profesiones, a la sombra del cabeza de familia. Ellas educaban y cuidaban a los hijos hasta que estos podían trabajar, realizaban labores diversas para tener las necesidades básicas cubiertas, y además participaban activamente en la vida social de Candelaria.


Santiago Castellano Marrero y Pura Marrero Fariña 



PURA MARRERO FARIÑA

Nace en 1907 en Candelaria, es bautizada en la Parroquia de Santa Ana, en esa misma parroquia contrae matrimonio con Santiago Castellano Marrero


Tuvieron 6 hijos: Olimpia Beatriz, Pilar, Santiago, Mª Candelaria, Agustín y Gabriela.

En el Censo de 1932 aparece, con el número censal 230, sexo H, de 25 años, domicilio san Roque, profesión su casa, aunque vendía pescado junto a otras mujeres, por lo que le extendieron un carnet para poder viajar en el camión que las llevaba a vender el pescado.

 

 

Rosaura, fotografiada por su hija Silvia.

 

ROSAURA MARRERO FARIÑA

Nace en el pueblo de Candelaria, el 16 de Mayo de 1929 y muere 14 de Agosto de 2011.




Contrae matrimonio con Manuel González Reverón, cuando ocurrió ya habían nacido varios de sus hijos.

Hijos: Deogracias, Efigenia , Casiano, Rafaela, Rosa María, Manuel), Gladys, Silvia, Juan Francisco.

De niña ayudaba a su madre con el masapé para hacer barro porque su madre era alfarera. Atendía el campo jovencita, trabajo limpiando casas en santa cruz con 12 y 14 años, a los 15 años ya llevaba una cesta a la cabeza desde el puertito de Güimar hasta los barrios vendiendo pescado, ya un poco más grande iba a santa cruz con las mujeres mayores en la camioneta. Cuido rebaños, ejerció de medianera en los tomateros en el Ramonal y Punta Larga. Cada día ordeñaba y vendía la leche junto a dos compañeras que venían del Lomo Caballo, y cuando terminaba se iba a los tomateros, si terminaba temprano hacía quesos. Trabajo también en el Hotel Punta del Rey de camarera de limpieza, su último trabajo fue limpiando los cementerios de Barranco Hondo, Igueste y Candelaria.

Recibió el premio “Trabajo de toda una vida” en el año 2010, por la Asociación de Mujeres empresarias y profesionales de Tenerife. (Amed).




El día de su partida fue el 14 de agosto después de la Ofrenda a la virgen de Candelaria, Vinculada al Colectivo Guanche de Candelaria, participó en diferentes parrandas y se realiza cada noche del 14 de agosto la noche de Parrandas en memoria a Rosaura Marrero Fariña.

En su entierro estuvo presente el cariño y respeto con el que se le recordará. Parrandas, el colectivo de Guanches con sus vestimentas y bucios sonando, familiares, amigos y vecinos reunidos para dar el adiós a esta mujer tan querida.


Una responsabilidad, un orgullo poder hablarles de estas mujeres de Candelaria. 

Antonia Marrero Fariña, casó con Claudio Pablo Alonso Pérez, de esta unión nacieron dos hijos: Elías Pablo y Domingo (que murió siendo un bebé).

Antonia y Pablo, fueron bautizados en la parroquia de Santa Ana, en la misma parroquia se casaron. Las penurias de la época que les tocó vivir las sobrellevaron juntos hasta la muerte de Antonia con veinte y seis años. Pablo no contrajo segundas nupcias, vivió hasta su jubilación en la Calle El Risco. Volviendo a Las Cuevecitas, lugar donde había nacido.

Su hijo Elías Pablo, siempre mantuvo los lazos estrechos con su rama materna, que estuvieron presentes desde su niñez hasta el fin de sus días.

Sirva este escrito, de pequeño homenaje a la familia de mi abuela Antonia Marrero Fariña, de la que heredé su nombre.




NOTA: Este escrito fue la base de la colaboración en La Caracola, con Gema Tremps en Candelaria Radio, la emisora municipal de Candelaria, y que cada semana podemos compartir datos genealógicos e históricos.