domingo, 30 de septiembre de 2018

Medalla de Oro de Tenerife a Banda Las Candelas

Cuando Lourdes Rodríguez me invitó a la entrega de la medalla de Oro de Tenerife a la Banda Las Candelas, no tardé en contestarle que les acompañaría con mucho gusto. No sabe ella, lo que significó para mí, pero ahora se lo voy a contar.


Banda Las Candelas, Concierto homenaje a Daniel López Fariña Fotografía del Facebook Ayuntamiento de Candelaria  





 Se crea la Banda de música, y Abilio Alonso comienza a crear su sueño, empezaron en los bajos del Colegio Príncipe Felipe, yo era una de las "chiquillas" que aprendía solfeo con Silvia Alonso, mi torpeza en este campo la supo endulzar con su temple y paciencia. También estaba presente cuando se trasladó al Tele Club de la Calle La Arena, así que, la Música estuvo presente en mí vida desde entonces.

En aquellos inicios, estudiábamos solfeo y nos presentaban de manera libre al Conservatorio de Música de Santa Cruz de Tenerife, el día del examen los nervios normales del momento se unía a lo desconocido, al miedo que me suponía enfrentar un examen ante profesores de música que tanto había oído hablar, y en el tribunal estaba "Tinito", así llamado al profesor Agustín Ramos, en la actualidad hijo predilecto de la Villa de Candelaria. Un profesor respetado y admirado desde que supe de su existencia. Pues ese examen no lo superé, me superó a mí el nerviosismo, pero tuve de recompensa unos caramelos que Agustín Ramos, me entregó al ver como lloraba desconsolada por no poder ofrecer todo lo que me habían enseñado... Después de los años, cada vez, que nos vemos y es con frecuencia, recuerdo aquellos caramelos y su bondad, que con el paso de los años no ha perdido. Gracias profesor.

En el Auditorio Adán Martín, se respira alegría, a medida que vamos ocupando asientos, muchos vecinos nos saludamos, hay mucho Candelariero en las butacas, y todos con una sonrisa porque la medalla de Oro de Tenerife nos llena de orgullo. Nuestros músicos están preparados, comienza el acto y relatan la historia particular de nuestra Banda, y comienza su actuación con la pieza "San Sebastian" de Juan Abilio Alonso Fariña... Cuando Abilio padre se dispone a dirigir, la emoción me embarga, no puedo retener unas lágrimas ante el recuerdo de aquel muchacho que tocaba el oboe. Juan Abilio se marchó pronto, muy pronto, pero quedará para siempre su música.
Abilio Alonso, forma parte de la historia de nuestro pueblo, yo lo recordaré por muchas anécdotas y sobre todas ellas, su energía a la hora de mover la batuta en los conciertos, esa energía es única e irrepetible.
Ahora, es su nieto Mauro Fariña Alonso, quién les dirige, incluyendo a su abuelo Abilio, pero de otra manera, también los cambios generacionales aquí se manifiestan.



El Tele Club, dónde mi padre fue el encargado de su mantenimiento y de la pequeña cantina que poseía, ha visto pasar muchos chiquillos, y chiquillas, unos han sido de renombre, como Emilio Coello Cabrera, de quién tocaron la segunda pieza, ahora sí al frente su director Mauro Fariña Alonso, otros, maravillosos músicos de pueblo y otros, como yo simplemente amantes de la música.




Poder distinguir el sonido de un clarinete, una trompeta, una flauta, etc. es gracias a Abilio y Silvia Alonso. Ahora disfrutar de este arte, es gracias a todos los músicos que la componen.

Para todos ellos, mi felicitación por el hermoso trabajo que ofrecen.



La entrega de la medalla de Oro de Tenerife a la Banda Las Candelas, es un merecido reconocimiento, que viene a culminar un año de nombramientos, ya que este mes de Agosto, también se entregó la medalla de Oro de la Villa de Candelaria, por su trayectoria y labor.




Mientras mis ojos recorren el escenario, voy encontrando caras de amigos de la infancia, mis primos, los hijos de mis vecinos... Esa Banda, es más que un grupo de músicos tocando, son un trocito de cada candelariero, son la alegría, la cultura, y la esperanza de seguir para ser excelentes.




Felicidades a todos.



miércoles, 5 de septiembre de 2018

Cuando el pasado se hace presente


Mientras se escriben nombres de antepasados con sus fechas y lugares de nacimiento y muerte, unas energías desconocidas revolotean. Cuando descubro un documento nuevo, un censo poblacional, una fotografía desconocida o un nuevo camino para investigar, un mundo nuevo despierta. La historia familiar se arma poco a poco, igual que un rompe cabezas y de igual manera se escribe la historia de nuestros vecinos, nuestros pueblos, la historia universal que comenzamos con algún familiar.
En mi historia personal hay de casi todo. El arranque de la misma es en Candelaria, la Villa mariana donde la imagen de la Señora con la candela, marcará los destinos.

Unas raíces isleñas y emigrantes, el primer miembro de la familia en emigrar a las Américas fue Juan Torres Castellano en torno al año mil ochocientos cincuenta y pico a Venezuela. Este candelariero casado con Fabiana natural de Arico se adentra en el Nuevo Continente en busca de fortuna. Allí nacen sus tres hijos. Francisca , Amalia  y Juan quienes vuelven a la isla, Se establecen en Candelaria donde disponían de inmueble y tierras de su progenitor.

Fabiana María de la Concepción Pérez Gómez


Seguir el rastro de Fabiana ha sido toda una aventura, en la que han participado genealogistas amigos, y sobre todo el Archivo Histórico Diocesano de La Laguna, donde la paciencia me acompañó para regalarme los asientos dónde conseguir hilar la historia particular de esta mujer nacida en 1842 en la Villa de Arico, sus padres naturales de ese municipio y sus abuelos paternos naturales de Arucas en Gran Canaria, las migraciones insulares les trajeron hasta la isla de Tenerife.

Fabiana se casa en Candelaria el 17 de julio de 1866, con Juan Pablo Torres Castellano, en la parroquia de Santa Ana. 
Se pierde la pista y volvemos a saber de ella cuando nace su primogénita, Francisca ó  Frasquita en Venezuela, corre el año 1888.
Esta mujer de mirada segura, se me antoja que los vaivenes de la vida, le hicieron fuerte. Un espíritu luchador, ya que fue capaz de seguir a su esposo a otro continente y formar una familia, y volver de nuevo a su tierra. 
El 15 de abril del año 1914, muere en Candelaria a los 80 años.

Fabiana María de la Concepción Pérez Gómez, que así fue bautizada, se convierte en el enigma descifrado que me ha proporcionado un sentimiento difícil de explicar, cuando en los legajos encontré su nombre escrito y relataba su matrimonio, no pude evitar que unas lágrimas se escapasen. Si tenemos que explicar como se toma la decisión de emigrar y retornar y contribuir a la riqueza de un país, con la historia de mi Tatarabuela Fabiana se puede explicar muy bien... Con coraje.

El presente es una gran familia, con muchos emigrantes, entre Canarias y Venezuela, dónde alguno de sus descendientes emigran a la Península Ibérica y otros más cercanos en su descendencia, lo han hecho en varias ocasiones, primero a Venezuela, y ahora a otro país europeo. Con el corazón dividido entre el país que le vio nacer, el que le vio crecer y un destino incierto para saber dónde terminarán sus días... En definitiva, el pasado que parece tan lejano y que se nos muestra como el presente no es tan distinto de aquellos años de finales del ochocientos.

Fabiana, es otro personaje femenino que su trayectoria vital nos muestra el tesón, coraje, valentía, en un momento histórico duro para las mujeres y a pesar de todo, construyó una historia de ejemplo sin saberlo... El pasado es presente cada vez que se le recuerde.


Bibliografía: Documentos para la historia de Arico: la población entre 1640-1900 autores: José Antonio González Marrero, María Mercedes Chinea Oliva y Sergio A. Oliva López
Archivo Histórico Diocesano de San Cristóbal de La Laguna
Fotografía: Archivo familiar de R. Marta Rodríguez Marrero